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Momentos favoritos de anime: El Santo Espírito

Escaflowne es un anime de mechas con un giro mágico. Los “robots gigantes” son bien al estilo steampunk, y el mecha principal obtiene su poder de una joya extraída del corazón de un dragón, con algo de sangrita del protagonista Van Fanel para establecer un pacto entre los dos.

Ésta fue una de las primeras series de anime que vimos con Britoman, mucho antes que el Sr. Torres hiciera su aparición y cuando para ver anime había que rebuscarse en rentavideos o mandar a pedir a Amazon. Así que cuando llegamos al final del episodio 14 de la serie y vimos ese cliffhanger, créanme que la espera para ver el siguiente episodio fue interminable…

El background:

Durante toda la serie de Escaflowne, los protagonistas habían sido perseguidos de forma implacable por fuerzas élite del imperio de Zaibach. El guerrero desquiciado llamado Dilandau y su equipo de Dragonslayers habían participado en la destrucción del reino de Fanelia, del cual Van acababa de ser proclamado rey.

Dilandau

Incluso en este mundo llenos de armaduras gigantes llamadas Guymelefs los Dragonslayers gozaban de una superioridad técnica impresionante: sus armaduras eran ágiles y fuertes, podían volar, contaban con una capa que los podía hacer prácticamente invisibles, y estaban llenos de un metal líquido que podían cambiar a voluntad para formar lanzas, espadas, escudos o garras. Van apenas logró escapar con Escaflowne, su Guymelef, que a pesar de tener su fuente de poder mágica y poder volar, se las veía difíciles ante las mejores armas y mayor número de atacantes.

Los Dragonslayers siguen a Van por las ruinas de Fanelia al reino de Astoria y finalmente al reino de Freid, siempre buscando destruir a Escaflowne. Durante este tiempo Van está protegiendo a Hitomi, una chica de nuestro mundo que tiene algo de poderes psíquicos. Ella ha sido la única que con su intuición ha podido detectar a los Guymelefs invisibles y ha dado algo de ventaja a Van. Ella le ha estado enseñando un poco de su habilidad con resultados poco prometedores. Al mismo tiempo, el vínculo entre Van y Escaflowne se ha estrechado al punto que cualquier daño a la armadura se refleja en una herida en el cuerpo de Van.

El momento favorito:

Las fuerzas del Imperio de Zaibach han invadido a Freid, el último refugio de Van y sus aliados. Apenas logran un pequeño respiro para reparar a Escaflowne (y a Van, que tenía múltiples heridas en los mismos puntos donde estaba dañada la armadura), cuando reciben aviso que los Dragonslayers se acercan a atacar. Van se mete en Escaflowne, listo para cubrir la huída de sus amigos y llevarse a todos los Dragonslayers que pueda a la tumba.

El primero en morir fue éste que apodamos "el pelo de vieja"

Van ataca con furia y mata a varios de los Dragonslayers. Éstos activan sus capas de invisibilidad y Van descubre que hoy, por primera vez, puede ver claramente a sus enemigos.

Al fin, el contraataque!

Van arrasa con los Dragonslayers. Ellos están tan acostumbrados a poder atacar con impunidad desde su estado invisible que no pueden ni reaccionar cuando son cortados sin misericordia. Dilandau está paralizado y no puede ni siquiera ordenarles nada a sus subalternos. Poco a poco Van se los acaba a todos y sólo queda el líder por derrotar. Todo esto con la canción “Epistle” de fondo, pero que con Britoman le pusimos “El Santo Espirito” de apodo. Véanlo, les va a encantar:

Mi parte favorita es cuando ensarta la cabina de uno de los Dragonslayers, bloquea con el brazo el ataque de otro y luego hace un giro de la espada que va desde la cabina del primero hasta triturar la cabina del segundo. Ah, gloriosa carnicería!

El episodio termina con un giro inesperado pero para esas alturas el daño ya estaba hecho: Dilandau corre como cobarde, con sus fuerzas destruídas y su mente hecha trizas. Nunca volvería a ser una amenaza. Van obtuvo su venganza dulce y fría, como un sorbete (mmm, sorbete… escribo esto antes de almuerzo por si se lo preguntan).

Luego de eso la serie se torna rara, pero este momento de Escaflowne sigue entre los mejores de todos los tiempos.

One Comment

  1. Daniela says:

    Tenía masomenos 9, 10 años cuando ví esa parte y ahora, con 19 me sigue pareciendo la cosa más loca, bizarra y genial que ví hasta el momento. Totalmente de acuerdo con ustedes!

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